No querrás de veras ser poet(is)a. Primero, si
eres mujer, tienes que ser tres veces mejor que
cualquiera de los hombres. Segundo, tienes que
acostarte con todo el mundo. Y tercero, tienes que
haberte muerto.
[Poeta masculino, en conversación]
Si una mujer quiere ser poeta,
debe dormir cerca de la luna a cara abierta;
debe caminar a través de sí misma
estudiando el paisaje;
no debe escribir sus poemas con sangre
menstrual.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe correr hacia atrás en torno al volcán;
debe palpar el movimiento a lo largo de sus
grietas;
no debe conseguir un doctorado en sismografía.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe acostarse con manuscritos
incircuncisos;
no debe escribir odas a sus abortos;
no debe hacer caldos de vieja carne de
unicornio.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe leer libros de cocina francesa y legumbres
chinas;
debe chupar poetas franceses para refrescar su
aliento;
no debe masturbarse en talleres de poesía.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe pelar los vellos de sus pupilas;
debe escuchar la respiración de hombres
durmientes;
debe escuchar los espacios entre esa respiración.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe escribir sus poemas con pene artificial;
debe rezar para que sus hijos sean mujeres;
debe perdonar a su padre su esperma más
valiente.
Oh....
ResponderEliminarManual francés de culinaria, agujas y miles de litros de sangra para coleccionarse.
Es un buen lugar, algunas poesía son divinas, otras no tanto, pero las palabras que abortan los pájaros tienen semántica nocturna